Las mujeres ponen a prueba a los hombres para ver si realmente tienen confianza en quienes son, en lo que hacen y dicen, en la situación en la que están, y si se sienten cómodos consigo mismos o no. Solo fallas la prueba cuando demuestras que no estás cómodo en tu propia piel y dudas de ti mismo.

Supongamos que vas solo a un bar. Lo primero que una mujer te va a cuestionar es precisamente aquello que percibe como tu defecto o inseguridad más evidente.

Si tú sientes que es algo raro, ella te lo dirá directamente:

Ella: «¿Has venido solo al bar? ¿Dónde están tus amigos? Es un poco raro venir solo a un bar.»

Una persona que no está segura de sí misma se siente avergonzada al escuchar este tipo de pregunta, entra en pánico y trata desesperadamente de justificarse, ofreciendo excusas como: “Oh, mis amigos vienen más tarde” o “Se suponía que iba a quedar con alguien,” intentando ocultar su inseguridad.

Pero al hacerlo, revela su incomodidad con la situación, confirmando la sospecha de la mujer de que no está completamente cómodo consigo mismo.

En cambio, un hombre seguro de sí mismo reformula la situación y la asume sin disculparse:

Ella: «¿Has venido solo al bar? ¿Dónde están tus amigos?»

Él: «Sí, claro que vine solo. Es más divertido conocer gente nueva así», «¿Te estás ofreciendo para ser mi primera nueva amiga esta noche?» o «Por supuesto, ¿y tú qué?»

Esta respuesta demuestra tres cosas clave:

Seguridad en sí mismo: Te sientes cómodo estando solo y no sientes la necesidad de explicarte.

Jocosidad: Mantienes el tono ligero y confiado, dejando claro que su pregunta no te afecta.

Control del marco: Cambias el enfoque hacia ella, insinuando sutilmente que ahora forma parte de tu experiencia.

Cuando respondes con esta compostura, no solo desarmas su “prueba”, sino que también despiertas su curiosidad y la atraes hacia tu energía. Las mujeres se sienten naturalmente atraídas por los hombres seguros de sí mismos, independientemente de la situación.

Si ella te juzga: “Es un poco raro venir solo a un bar.”

Una persona segura de sí misma tampoco se justificaría. Para empezar, “ser raro” no es algo que perciba como un insulto o un defecto; más bien lo asume como un símbolo de orgullo porque cree que:

Ser raro = ser diferente

Y ser diferente = fortaleza

Acepta “ser raro” como una insignia de honor.

Así que podrías responder: «Totalmente. Imagínate qué aburrida sería la vida si todos se ciñeran al guion de lo normal», «¡Gracias! Me preocupaba que me llamaras normal» o «Gracias, me preocupaba que no te dieras cuenta.»

La confianza no se trata de demostrar que eres normal para sentirte bien contigo mismo o encajar, sino de mostrar que no lo necesitas.